miércoles, 4 de septiembre de 2013

Grandes Mangas II: Rurouni Kenshin


Si de entre todas mis series de manga tuviese que elegir solo una, esa seria sin duda alguna Rurouni Kenshin, la epopeya del guerrero samurai.
Es una obra que tiene todo lo que me gusta en el género manga: Es de historia no muy larga, con unos personajes muy definidos y además, muchas de las cosas que ocurren en su desarrollo así como las capacidades de los personajes son menos surrealistas que en otras series.

Hay quien puede que la conozca por el anime que se emitió hace varios años, pero el anime no hace en absoluto justicia a la verdadera obra, es más, me atrevería a decir que incluso es perjudicial para ella, ya que elimina algunas sagas y no muestra los combates con fidelidad.
Podrían excusarse en que hace casi 20 años que se emitió el anime, pero otros como Yu Yu Hakusho o incluso Dragon Ball tienen mucha mas antiguedad y son excelentes.



Pero como lo que realmente importa es el medio original, nada puede ocultar que Rurouni Kenshin sea un manga irrepetible que, además, nos enseña un poco de historia ya que muchos de sus sucesos y personajes se inspiraron en la realidad.

El vagabundo de la espada invertida

Estamos en el Bakumatsu, es decir, los últimos años del periodo Edo de Japón, en una Kioto sumida por el caos y las constantes luchas entre aquellos que abogan por una nueva era y los que desean mantener a Japón con su política actual.

Entre aquellos que luchaban por un cambio y deseaban traer la nueva era Meiji se encontraba un guerrero temible e imparable conocido como el Hitokiri Battosai, "el diestro asesino del arte de desenvainar".
Dejando un río de sangre tras de sí, este hombre logró abrir el camino hacia la nueva era antes de desaparecer por completo.

Once años después, la joven adiestradora del dojo Kamiya Kasshin-Ryu, Kaoru, es atacada por un asesino que asegura ser el Hitokiri y salvada en el último momento por un extraño vagabundo.
El vagabundo, un joven menudo y pelirrojo con una cicatriz en forma de cruz en la mejilla, le cuenta que no es más que un espadachín sin rumbo que intenta ayudar a quien lo necesita.
Además, el joven porta una espada invertida en la que el filo y la parte roma están en el lado contrario,con la que es imposible matar.


Poco después el dojo de Kaoru sufre un asalto aún peor, y el vagabundo se ve obligado a mostrar sus habilidades para salvarla del falso Hitokiri, revelando así su verdadera identidad.
El vagabundo conocido como Kenshin Himura ha dedicado los últimos once años de su vida a ayudar a la gente bajo la promesa de no matar a nadie, no otra vez, pues ya arrebató demasiadas vidas cuando era el Battosai que luchaba por la era Meiji.

Dispuesto a seguir con su solitario viaje, Kenshin da media vuelta y comienza a salir del dojo cuando Kaoru le suplica que se quede a vivir con ella.
Cuando la joven alza la mirada, el vagabundo aún sigue ahí.

Redención por una nueva vida

De esta forma, Kenshin comienza una nueva vida junto a Kaoru y sus amigos Yahiko, un joven ladronzuelo hijo de un samurai y Sanosuke, un especialista en peleas callejeras.
Sin embargo, la carga de haber sido el Battosai no es algo de lo que pueda desprenderse fácilmente y numerosos enemigos obligarán a Kenshin a esforzarse al máximo por no dejar salir al asesino sanguinario que lleva dentro.
Finalmente se verá obligado a enfrentarse a su pasado y demostrarse a si mismo que puede proteger a la gente que quiere sin renunciar a su ideal de no matar.

La historia que hay detrás de Kenshin y su decisión de no matar no se nos desvelará completamente hasta bien avanzada la trama, aunque desde un principio queda claro que nadie puede pasar de ser un asesino sanguinario a un vagabundo amable y generoso como si nada.
De todas formas, su ideal de no matar y el uso de una espada que no corta da mucho interés a los combates, ya que todos los personajes menos Kenshin están dispuestos a matar sin problema alguno(al fin y al cabo, es el Japón feudal).


Por suerte, los personajes aparecen siempre en una cantidad justa y adecuada para la situación, no como esos mangas que se empeñan en sacar nuevos personajes o en cambiar el estilo de los ya conocidos (no digo que esté mal, pero si muy visto).
Todos ellos están perfectamente definidos y diferenciados, a la vez que comparten esa forma de ser que tienen los que viven en una época difícil.
Precisamente por la época en la que viven, el ser "buenos o malos" es ligeramente relativo en este manga ya que todos han llegado a ser lo que son por culpa de la transición a la era Meiji.
Así, el que probablemente sea el peor enemigo al que se enfrenta Kenshin (no el último ni el que más problemas le causa, pero si confirman que es el más peligroso) no es sino otro Hitokiri que desea cambiar el rumbo que lleva el país.


El Dragón que surca los cielos
Sin duda, la clave en Rurouni Kenshin son los combates entre los diferentes personajes, normalmente en forma de duelos de espada (o peleas a puñetazo limpio en el caso del irascible Sanosuke) en los que cada uno utiliza un estilo claramente diferenciado.
Estos estilos están basados (y algunos son reales) en el ideal de las escuelas de esgrima, por lo que no son solo una sucesión de golpes o posturas personalizadas sino toda una filosofía de vida.
Cada vez que se utiliza un golpe o postura concreta se le da un nombre (se añade el nombre original y la traducción al español) y, si forma parte de la esgrima básica también se añade una breve explicación bastante interesante.


Los combates, como ya digo, llegan a ser muy emocionantes y extremadamente realistas. Incluso el clásico "power up" de los manga de "me enfado y machaco a alguien que me supera en todo" es inexistente en Rurouni Kenshin excepto en algún arranque de cierto personaje principal.
Por supuesto, tanto realismo y lucha de espadas implica una obra algo sangrienta, aunque sin duda podría haberlo sido mucho más. No esperéis desmembramientos a mansalva como hacen en muchos mangas para dar morbo.


Francamente, Rurouni Kenshin es una obra de manga que me tiene enamorado. Había pensado en decir que no se lo recomiendo a quienes busquen superpoderes o aventuras increíbles en un manga, pero el resto de mis series tienen esas características y aún así esta es mi preferida.
Os puedo asegurar que este no es el último post que le dedicaré a mi querido vagabundo.

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